Caminho de atenção para sobreviventes/vítima por causa de suas crenças

Testimonios de autocuidado: experiencia de diálogo con jóvenes líderes y activistas
“Hablemos de autocuidado: un compartir de estrategias y experiencias” fue un diálogo que se realizó el 26 de agosto de 2022 y, para sus propios participantes, fue una linda experiencia que permitió disfrutar de un momento de autocuidado.
Se reunieron jóvenes que forman parte de Aprender en Plural, provenientes de Brasil, Chile, México, Nicaragua y Venezuela, y que se encuentran implementando proyectos encaminados a la creación de podcasts, espacios de diálogo, sensibilización y pedagogía sobre el derecho a la libertad de conciencia, creencia y religión.
El encuentro, de metodología participativa y construcción colectiva, fue organizado y liderado por la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (Redlad) en el marco del proyecto Creer en Plural, en particular de los componentes de trabajo con jóvenes y apoyo a víctimas de violencia. En este diálogo, destacó una conclusión: el autocuidado es diverso, incluye la mente y el cuerpo, y la dimensión individual y colectiva del ser. Cada persona, desde su experiencia y especialmente desde sus activismos, desarrolla sus propias prácticas y reconoce su propio camino hacia su forma de cuidado consciente y comprensivo.
Organizaciones de jóvenes con perspectivas diversas, y con enfoques divergentes en cada proyecto, se encontraron gracias a las características de este diálogo. Fueron estas diferencias las que permitieron enriquecer la conversación y poder abrirse con respecto a preocupaciones, aprendizajes y retos, alrededor del autocuidado y el papel que este toma para las personas que, por su liderazgo social podrían ser más vulnerables o estar en posición de riesgo.
Otro hallazgo es que el autocuidado debe ser consciente y se requiere disciplina para incluirlo en la rutina diaria, pues no es una cualidad espontánea. Incluso para las actividades de placer o descanso, es necesario responsabilizarse del autocuidado, y abrir espacios de cuidado con otras personas. En estas encrucijadas, surgió en el diálogo una nueva cuestión: la necesidad de ser una persona integral, que ponga límites a sus ocupaciones, pero que también las reconozca, incorporando el autocuidado a la vida cotidiana mientras se dan la oportunidad de variar las prácticas para hacerlo. La disciplina no debe transformar estas prácticas en una tarea, sino una oportunidad de experiencias innovadoras y relajantes.
Al final, esta unificación de mensajes y estrategias consiguió conformar un insumo para otros y otras jóvenes que puedan encontrarse en situaciones similares de vulnerabilidad o riesgo. Estos testimonios son el fruto de la colaboración, y son también una invitación a pensar el autocuidado desde la prevención y la atención. ¡Te invitamos a explorarlos a continuación!
Este diálogo fue, simplemente, un primer paso en el camino de promover espacios de diálogo, reflexión y reconocimiento alrededor de las afectaciones y estrategias para sobrellevar impactos negativos. Esperamos que la conversación continúe y permita alimentar iniciativas de autocuidado para la sociedad civil especialmente en su trabajo de defensa de los Derechos Humanos.